El mejor año para la cebolla natariega fue el 2001, en donde se tuvo excelentes rendimientos y se pudo vender a un precio razonable para el consumidor, en donde se podía sacar costo de producción y a la vez tener alguna utilidad en beneficio del mismo productor, explicó el presidente de la Asociación de Cebolleros de Natá, Abad Barrios.
Cuando se terminó la zafra de cebolla ese año, el productor pudo cumplir con las obligaciones escolares y cubrir sus necesidades hasta el mes de octubre que entró la siguiente zafra.
Para ese año habían cosechando unos 90 productores de la asociación y fuera de ella habían otros que conformaban un total de 148 productores que tenían un total de 97 hectáreas de cebolla.
El problema que se tuvo en la temporada de cebolla pasada fue la poca comercialización, lo que provocó que una gran cantidad de cebolla se dañara en las casas de los cebolleros.
Si no se le busca una dinámica a la cebolla de Natá y una transformación, el presidente de los cebolleros piensa que este rubro va a desaparecer en donde en los meses de zafra se golpea a la nación sensitivamente en relación a la empleomanía y quintales de cebolla que se produce, comentó Barrios.
Este año en Natá, se ha diversificado las cosechas con mucho maíz, tomates y pimentones.