La imparable ola de violencia que sacude a Guatemala amenaza con superar las 5.338 muertes perpetradas en 2005, y la ciudadanía se muestra desesperada ante la incapacidad de las fuerzas de seguridad por controlar este flagelo.
Durante las primeras horas de ayer ya se han registrado al menos siete asesinatos, entre ellos el de dos pandilleros que aparecieron estrangulados en un asentamiento humano del sur de la capital, informaron los cuerpos de socorro.
En llamadas telefónicas a una radio local, la población hizo hoy angustiosos llamados al gobierno del presidente Oscar Berger para que mejore la seguridad en este país centroamericano.