La tragedia toca las puertas de otro hogar en el corregimiento de El Chorrillo. Esta vez fue en la casa de la familia Murillo.
Una decisión equivocada le costó la vida a Felipe Murillo, quien tenía 21 años.
El muchacho murió a las 8:00 de la noche del domingo, en el Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, 15 minutos después que-supuestamente-accidentalmente se le disparara un arma de fuego que manipulaba.
Entre lágrimas, Lineth Rodríguez, madre del hoy occiso, explicó que todo sucedió en el apartamento 23 del edificio Anturia, de la Calle 25, donde viven.
Felipe, a quien todos conocían como "Titito", se encontraba en la casa con su hermana Kiara, de 15 años, y un amigo de ambos.
Los familiares explicaron que la noche del domingo, una ronda policial persiguió a varios sujetos que se encontraban en actitud sospechosa. Al pasar cerca de donde se encontraba Murillo, los que huían tiraron un arma, algo de lo que no se dieron cuenta los agentes del orden público que lo perseguían.
Fue en ese instante que "Titito" puso sello a su desgracia. Recogió el arma que los desconocidos habían tirado y se la llevó para la casa.
Lineth no se explica por qué su hijo tomó el arma y comenzó a jugar con ella.
"Era una persona que amaba tanto la vida..", aseguró la inconsolable madre, a quien le toca lidiar con la triste situación de que una de sus hijas, Kiara, fue testigo del hecho que llevó a su hermano a la muerte.
La adolescente de 15 años está impactada.
"Titito" pudo llegar con vida al centro hospitalario, pero los esfuerzos por estabilizarlo fueron infructuosos, pues la bala le atravezó el cerebro.
CELULAR DESAPARECE
Lineth Rodríguez denunció ante la subestación policial de El Chorrillo, que tras una requisa policial encabezada por un agente de apellido Santana, el celular UV3, que pertenecía al infortunado, desapareció.
Rodríguez exige que le devuelvan el aparato que tenía fotos personales del fallecido, por lo que procederá a interponer una denuncia ante la DRP de la Policía Nacional, por robo.