Ana Matilde Gómez abandonó ayer, a las 4:34 p.m., la Procuraduría de la Nación admitiendo que fue "vencida, pero no destruida". Al mismo tiempo, su reemplazo, Giuseppe Bonissi, comenzó a despachar como jefe del Ministerio Público.
Bonissi tomó posesión luego que la Corte Suprema de Justicia no le admitieran los recursos de Reconsideración y Apelación contra la suspensión del cargo.
Gómez abandonó el edificio de la Procuraduría junto a su esposo. Era evidente la tristeza; algunas lágrimas rodaron por sus mejillas al abordar su vehículo.
La Procuradora separada había contactado telefónicamente a Bonissi para entregarle el despacho. A las 3:45 p.m., llegó el Procurador Suplente junto a su asesor Jorge Ramón Valdés y el nuevo Fiscal Auxiliar, Giovanni Olmos.
El dirigente de la Cruzada Civilista, Aurelio Barría, quien estuvo presente en la transición del despacho de la Procuradora, dijo que la suspensión de Ana Matilde Gómez" es un hecho de la obediencia incondicional de los magistrados de la Corte al Ejecutivo. Si esto le pasa a una Procuradora, qué puede esperar el panameño común", añadió.
Horas antes de su salida, Gómez dijo que sería una salida fácil renunciar al cargo, pero la historia ha puesto sobre sus hombros una responsabilidad que no puede eludir, aunque esto pude significar una condena injusta y políticamente dispuesta.
Gómez es investigada por abuso de autoridad por ordenar grabaciones telefónicas dentro de una investigación por el cobro de coimas que se adelantaba contra su ahora denunciante: el ex fiscal Arquimedes Sáenz
Gómez también destacó que para un funcionario de instrucción, "encarcelar no es un asunto de valentía, sino de pruebas y no de pruebas construidas, sino de pruebas descubiertas en un debido proceso provisto de recursos necesarios".
Usando una frase de Ernest Hemingway, el novelista norteamericano, y de la periodista italiana, Oriana Fallaci, Gómez pidió protección a la virgen y explicó que su resistencia no será por el cargo, "sino porque no debí salir así". Además, exclamó que pueden tener la seguridad de que su voz no se acalla con el hambre.
También manifestó que dejó abiertos y en proceso de investigación dos casos de magistrados de un tribunal superior; cuatro de ministros de Estado; 2 de viceministros de Estado; y 10 de directores de entidades autónomas. Recordó que el caso CEMIS, relacionado con supuestos sobornos a diputados y políticos, para aprobar una ley hace ocho años, deberá investigarse en las próximas semanas.
