El movimiento islamista HAMAS aseguró ayer que acepta un alto el fuego con Israel durante año y medio en las negociaciones con mediación egipcia, pero advirtió que el Estado israelí "no quiere una tregua limitada a un determinado periodo de tiempo".
"Las conversaciones sobre la tregua afrontan algunas dificultades, principalmente la duración del cese de hostilidades", dijo Mohamed Nazal, uno de los líderes de HAMAS exiliados en Damasco,
Nazal apuntó como segundo problema "el fin del cerco a Gaza y la apertura de los cruces" de la Franja con sus dos países fronterizos: Egipto e Israel.