Miembros de la seguridad paquistaní inspeccionan la zona donde tuvo lugar un atentado suicida contra un puesto de control en Bannu, en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), Pakistán. Un suicida embistió su coche contra un control de policía fronterizo, y mató a cinco de ellos e hirió a más de 18 personas. Pakistán se encuentra bajo una fuerte presión para eliminar los santuarios de los talibanes y de al-Qaeda en sus regiones tribales, pero los milicianos han respondido con mayores ataques contra la seguridad del país.