En 2007, Panamá ocupó el digno honor de ser el país de mayor crecimiento económico en América Latina, de entre un 8.5 a 9% según el Banco Mundial. Por desgracia, el desorden burocrático y las amenazas de grupos de presión antipopulares, hacen que el Istmo no logre brindar excelentes niveles de vida a su población. Tal es el caso del pésimo sistema de transporte.
Todos los meses, los dirigentes de la CANATRA advierten al Gobierno de Martín Torrijos para que aumenten el pasaje a los usuarios de los buses "Diablos Rojos", a 0.40 centavos, a sabiendas que no han mejorado el sistema y ni piensan hacerlo.
Ahora surge la presión de los maleantes del transporte en Panamá Oeste, que pretenden subir el pasaje a los usuarios en La Chorrera, con el fin de costear sus operaciones. Este nuevo aumento será de entre 10 al 15 centavos.
�Qué tienen en la cabeza los señores que asesoran al Presidente Torrijos, sobre todo los de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), que le recomiendan aceptar todas las acciones de los buseros, que representan a 5,000 conductores, en perjuicio de los usuarios, que somos más de un millón de personas solo en la capital?
Para colmos, ya se descubrió la maniobra de algunos asesores de Torrijos de pretender seguir con el negociado de la compra de 450 autobuses de segunda mano desde Guatemala, Colombia y Brasil, para dizque intentar mejorar el sistema temporalmente.
Una pregunta. �De dónde sacará el Gobierno el dinero para adquirir esos buses? Otra. �Porqué no se coloca un sistema ferroviario avanzado en Panamá, y acabe con los "Diablos Rojos"?
Como se sabe, Japón ha propuesto instalar un sistema de trenes con un metro elevado que recorrería el centro de la Ciudad de Panamá, desde la Plaza Cinco de Mayo hasta el Aeropuerto de Tocumen, en un tramo de 20 kilómetros. Este proyecto ya ha sido presentado a Torrijos y técnicos japoneses evalúan un estudio de factibilidad para aplicarlo, como lo admitió el mismo vicepresidente Samuel Lewis Navarro.
Incluso, Tokio hasta ha brindado un financiamiento de 530 millones de dólares para colocar la primera línea del tren metro elevado. Entonces, no entendemos porqué el Gobierno de Torrijos no acepta esta opción.
Un país amigo ya nos dio la mano para resolver el problema del transporte en Panamá, alternativa que de aplicarse mejoraría la fisonomía de nuestra metrópoli y que se puede copiar en otros poblados del país.
Señor Presidente. Si usted deja pendiente el problema del transporte público, los candidatos opositores le ganarán la partida al demostrar que ellos tendrán la razón al cuestionarlo a usted por abandonar a un millón de personas a merced de la banda de conductores de autobuses que no les importa la vida de sus clientes.
Y eso ya lo vimos el 23 de octubre de 2006, cuando 18 personas fallecieron quemadas en La Cresta.
