Los accidentes caseros más frecuentes son las caídas, las quemaduras y las intoxicaciones.
Las caídas y fracturas pueden producir un grave deterioro de la calidad de vida del adulto mayor. Entre los factores que aumentan su riesgo están:
La falta de actividad física, que favorece la descalcificación de los huesos (osteoporosis), la pérdida de agilidad y la pérdida de la capacidad cardíaca y respiratoria.
Consumo de alcohol y sedantes que disminuyen la atención a los obstáculos.
Los sitios más peligrosos en la casa son el baño y la cocina; en el primero, se sufren caídas al resbalarse, al entrar o salir de la ducha; en la segunda, quemaduras. También influyen los muebles chicos y atochados, la falta de luz, las alfombras pequeñas que pueden hacernos resbalar, los zapatos sin tapillas.
Los accidentes pueden evitarse con precaución.