Los bloqueos de calles y las protestas ante los puestos de salud se repitieron ayer en Paraguay por la falta de vacunas contra la fiebre amarilla, mientras las autoridades insisten en que la prioridad es el bloqueo epidemiológico de la enfermedad.
"Lo más importante en la lucha contra la fiebre amarilla es la lucha contra el vector a través de la eliminación de criaderos, la fumigación y, por último, la vacunación", afirmó en rueda de prensa el ministro de Salud, óscar Martínez.
La aparición de la fiebre amarilla, transmitida por la picadura del mosquito "aedes aegypti" en las áreas urbanas y del "albopictus" en la selva, ha obligado al Gobierno a declarar una emergencia nacional para intentar evitar una epidemia.