ABRACADABRA
"Rapiña perredista"
"El PRD es el más capaz para manejar el Canal en beneficio de
una garulilla corrupta e indecente"
Carlos Guevara Mann
En su perorata del pasado
jueves, además de violar la Constitución y la ley (que prohíben
el apoyo oficial a candidatos a puestos de elección), el torodictador
dijo que el PRD es "´el único´ partido capaz de
manejar la vía interoceánica" (El Panamá América,
12 de marzo).
Sin duda, el PRD es el más capaz para manejar el Canal en beneficio
de una garulilla corrupta e indecente, que cree que el país y sus
recursos le pertenecen. Así lo demuestran los hechos.
El Tratado del Canal de Panamá, firmado en 1977, entró
en vigencia el 1° de octubre de 1979. Desde entonces hasta el 20 de
diciembre de 1989, en contubernio con los militares, el PRD ejerció
ilegalmente el poder. En ese lapso, el PRD y los militares aprovecharon
el proceso de reversión en beneficio propio.
Les interesaba apropiarse de casas y edificios para entregárselos
a compinches, familiares y queridas, o para asignárselos a las Fuerzas
de Defensa, cuyos tentáculos maléficos pretendieron dominarlo
todo en este país.
Nombraron a sus incondicionales a la junta directiva. En 1989, propusieron
para administrador a Fito Altamirano Duque, actual vicepresidente, además
de presidente honorario del club de los indultados, el mismo que le sugirió
al narcodictador Noriega que usara el nacionalismo para enfrentar a la oposición,
el mismo que dijo, en la campaña de 1994, que "todos los gobiernos
roban".
En contraste, el gobierno de la ADO-Civilista (1989-1994) manejó
el tema del Canal y las áreas revertidas como asunto de Estado. A
pesar de sus innegables equivocaciones en otros ámbitos, esto se
reconoce universalmente. Para administrador se nombró a Gilberto
Guardia, profesional distinguidísimo, ciudadano meritorio e intachable,
a quien después el torodictador haría renunciar.
Cuando le tocó a Panamá designar a cuatro miembros de la
junta directiva, se trató de que los nombramientos reflejaran distintas
corrientes de opinión, como lo prescribe el sistema democrático.
Se designó, en consecuencia, al industrial J.J. Vallarino; al abogado
Alfredo Ramírez, del MOLIRENA; a la socióloga Cecilia Alegre,
demócrata-cristiana; y a Luis Anderson, sindicalista y "torrijista".
Ni a la oposición de ese entonces se dejó por fuera.
Para asesorar al Ejecutivo en materia canalera, se nombró una
Comisión de Alto Nivel, compuesta por representantes de todos los
sectores, que recomendó mantener lo referente a la vía interoceánica
y las áreas revertidas al margen de la politiquería. Se creó
entonces la ARI, entidad a la que se reconoció autonomía para
administrar los bienes revertidos, y se redactó y aprobó el
título constitucional sobre el Canal de Panamá.
Esta política amplia y transparente terminó el 1° de
septiembre de 1994, cuando el PRD volvió al poder. El torodictador
botó a los miembros panameños de la Junta Directiva y nombró
a compinches suyos, como el norieguista Jorge Ritter. Para poner las áreas
revertidas al servicio exclusivo de sus aduladores y esbirros, cambió
la Ley de la ARI, botó a Chen Barría y nombró administrador
al desprestigiado Fraudito, antiguo empleado de los militares. Y ya ve usted
a manos de quiénes han ido a parar las viviendas y demás propiedades
revertidas.
En lo que constituyó un escándalo internacional, criticado
por todos los medios del mundo, en 1997 el torodictador designó a
nueve adeptos suyos en la directiva de la Autoridad del Canal.
Ahora, para que siga la fiesta después de la terminación
de su período, pretende nombrar ministro del Canal al norieguista
Sánchez Cárdenas, uno de los principales promotores de la
nefasta reelección, para que se encargue de manipular el primer presupuesto
de la Autoridad del Canal. Con similares y obscuros propósitos quiere
designar Subadministrador del Canal a otro norieguista y miembro conspicuo
del club de los indultados, Luis Blanco, actual ministro de Obras Públicas.
A no ser que desee que siga la rapiña en el Canal y las áreas
revertidas, Ud. no puede votar por Martín y los candidatos de Nueva
Nación. Todos éstos no son más que títeres del
torodictador, quienes le darán continuidad a su política sectaria
y corrupta.
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| AYER GRAFICO |
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