Una vez más, la combinación en el ataque del alero Paul Pierce y el escolta Ray Allen permitió a los Celtics de Boston conseguir la victoria después de derrotar por 87-94 a los Rockets de Houston, que vieron rota una racha de cuatro triunfos consecutivos.
Por los Celtics, Pierce aportó 26 puntos y Allen lo apoyó con 19 tantos, incluidos cinco triples, que fueron los que más daño les hicieron a los Rockets.