El Liverpool de Rafa Benítez arrasó en Eindhoven (3-0) y sentenció ya en la ida los cuartos de final de la Liga de Campeones, con un partido táctico y soberbio del equipo de Anfield, que es firme candidato al título.
El Liverpool siempre tuvo mejor pinta. El PSV sólo se acercó al portal de Reina en un disparo de Vayrynen. Esa llegada fue un espejismo para el equipo de Ronald Koeman. Gerrard, el de siempre, apareció en un momento clave. Con su gol a los 23 minutos dio alegría y calma al equipo de Benítez.
El PSV se vino abajo. Mentalmente destrozado tras el segundo tanto de Riise, el Liverpool nunca pasó peligro. Y encima, salió la buena racha de Peter Crouch, un cabezazo suyo lo mandó a la red en el minuto 63 a pase de Finnan. Era el perfecto epílogo para un Liverpool, que sólo tuvo una noticia desagradable: la lesión de Fabio Aurelio que se retiró del campo lesionado en camilla.