El bajo costo de venta del camarón y el encarecimiento del diesel están afectando severamente esta industria al punto que muchas embarcaciones podrían bajar anclas en los puertos para los meses de junio y julio venideros, lo que repercutiría en el cierre de algunas empresas en el puerto de Vacamonte.
Para el secretario general de la Federación de Trabajadores de Mar, Rigoberto Mera dentro del Puerto de Vacamonte, más de 2 mil personas dependen de forma directa de la captura del camarón, a las que se suman las mil 500 mujeres que trabajan en la planta procesadora. Mera advierte que con el aumento del diesel y el descenso en el precio del camarón, se hace necesario la búsqueda de nuevas fuentes de ingreso, lo que significaría permitir a los barcos camaroneros la pesca de otras especies marinas.
Para el mes de noviembre del año pasado, tres meses después de haber partido del Puerto de Vacamonte, la mayor parte de las embarcaciones se encontraban ancladas, por lo poco rentable que resultaba la actividad en comparación con los gastos. Una de las propuestas es que los 0.25 centavos pagados por impuesto de carretera se pongan a disposición de la empresa camaronera.