El alemán Joseph Ratzinger, de 78 años, es el nuevo Sumo Pontífice. Ayer logró los dos tercios necesarios para convertirse en Papa. Adoptó el nombre de Benedicto XVI. Su elección originó una alegría inmediata entre la multitud reunida en la Plaza de San Pedro.
La mayoría de los 115 cardenales de 52 países reunidos en la capilla Sixtina, lograron completar la selección en apenas dos días de cónclave.
La aspiración de lograr un Papa Lationamericano, no se concretó. No hubo Sumo Pontífice italiano, pero el trono de San Pedro quedó en manos de un europeo.
Al nuevo Pontífice se le tilda de conservador. Durante el papado de Juan Pablo II fue el llamado guardián de la fe e ideólogo de la involución eclesial. Se le consideraba como la mano derecha de Karol Wojtyla.
Hay quienes aseguran que ayudó a Juan Pablo II a poner orden en la Iglesia y a domesticar después a la Teología de la Liberación.
Al nuevo Papa se le atribuye un documento donde la Iglesia Católica advierte que fuera de ella no hay salvación.
Se vaticina que los temas candentes dentro de la Iglesia no tendrán mayores variantes durante el pontificado de Benedicto XVI, como son celibato de los curas, comunión para los divorciados y el acceso de la mujer al sacerdocio.
La Iglesia Católica tiene un nuevo guía. Los panameños que profesan esa religión saludamos al Sumo Pontífice y esperamos que la mano de Dios ilumine la gestión de Benedicto XVI.
El Vicerio de Cristo tiene una gran misión: hacer que muchos ovejas vuelvan al redil abandonado.