P: Cuando pasé mi más reciente test de ejercicio para el estrés, mi doctor continuó monitoreándome el corazón diez minutos más después de haber dejado de andar. No creo que hicieron esto en mi previo examen. �Por qué lo hizo?
R: Usted es muy observador. Muchas investigaciones muestran que el comprobar cómo se recupera el corazón tras el ejercicio, ofrece información muy valiosa. Al final de una sesión de ejercicio, el corazón debe volver gradualmente a su ritmo normal, y mantener un patrón de actividad eléctrica regular y saludable. Sin embargo, si un corazón toma demasiado tiempo para tranquilizarse o su latido es irregular, esto pueden ser señales de futuros problemas.
La idea con este test es hacer trabajar duro al corazón para así revelar problemas escondidos. Una arteria cardíaca que es estrechada por contener placas de colesterol puede ser capaz de proveer con suficiente sangre al corazón en su estado normal, pero puede fallar al estar ejercitándose. Estas diferencias aparecen en un test de ejercicio mostrándose como irregularidades eléctricas o una caída en la presión sanguínea.
Los doctores usan estos exámenes para ver si hay un peligro inminente cardíaco o supervisar las consecuencias de un ataque al corazón.
El test del estrés mide la presión sanguínea de la persona, el latido del corazón y su ritmo durante su ejercicio.
El equipo utilizado para un test de ejercicio de estrés no ha cambiado demasiado desde que fue inventado hace medio siglo. Se necesita un aparato para tomar la presión, un electrocardiograma para controlar la actividad eléctrica cardíaca y una cinta de correr o una bicicleta estática.
Los doctores no solían prestar mucha atención a lo que ocurría en el corazón cuando paraba la cinta. Después un equipo de la clínica de Cleveland revisó los resultados de casi 35.000 tests. Los investigadores buscaban los ritmos anormales que tenían lugar en las cámaras inferiores del corazón (los ventrículos) durante los ejercicios y los períodos de recuperación. Ellos descubrieron ritmos que iban desde los latidos inofensivos iniciales hasta los latidos potencialmente letales de la fibrilación ventricular. Durante la fibrilación ventricular, el corazón en vez de latir fuerte se estremece. Como resultado, no puede mantener la sangre fluyendo por el cuerpo durante mucho tiempo.
Los ritmos anormales durante la fase del ejercicio no parecían presentar problemas a largo plazo. Pero presentaron una señal problemática cuando se dieron durante el período de recuperación. El once por ciento de las personas con problemas de ritmo ventricular en la etapa de recuperación murieron durante los siguientes cinco años del período de seguimiento, comparándolo a sólo el cinco por ciento de aquéllos que no presentaron problema de ritmo. Otro informe mostró lo mismo entre más de 200 sobrevivientes de ataques al corazón. Cada paciente tuvo un test de estrés antes de abandonar el hospital. Aquéllos cuyo corazón tardó mucho en recuperarse, fueron cuatro veces más propensos a morir durante los siguientes tres años.
La mayoría de los cardiólogos están de acuerdo en que la parte del ejercicio es la información más importante del test. Sin embargo, ahora sabemos que electrocardiograma durante la "recuperación" del test de estrés - eso significa cinco o diez minutos después que la parte del ejercicio del estrés ha finalizado - ofrece alguna información adicional.