A través de este espacio en Crítica Libre quiero reconocer la victoria de Martín Torrijos en las elecciones del domingo y felicitarlo a él, al PRD y al Partido Popular por su triunfo, como corresponde en el sistema democrático.
En esta ocasión, el PRD ha obtenido una mayor proporción del voto popular que en ninguna de las cuatro elecciones generales anteriores en las que ha participado. Ese aspecto merece cuidadoso análisis, especialmente para quienes consideramos, hasta la víspera, que la división entre el civilismo y el militarismo seguía constituyendo el principal factor determinante de las elecciones en Panamá.
Quienes nos preocupamos por la tendencia autoritaria del PRD abrigamos la esperanza de que Martín Torrijos, como lo ha prometido, se rodeará de nuevos y mejores elementos. Cerca de él hay personas de gran valía (en estos momentos tengo en mente a su cuñado, Marco Fernández, distinguido economista). Se comenta que Ricardo Arias Calderón, intelectual de sólido prestigio y convicciones democráticas, ejerce cierta influencia positiva sobre el Presidente Electo.
Ojalá éstos y otros ciudadanos probos contribuyan a encaminar al nuevo gobierno por sendas de democracia y transparencia. Ojalá que el Presidente Electo logre apartar a sus copartidarios que no inspiran confianza. Y ojalá que los resultados del domingo instiguen, en los partidos civilistas, un proceso de reflexión y transformación, que lo requieren urgentemente.