El presidente de Colombia, �lvaro Uribe, camina con paso firme, pero sumido en un incomprensible silencio hacia su segunda reelección, un polémico proceso legislativo que está a punto de recibir la luz verde del Senado.
"Otra pregunta, amigo" o "si no hay más preguntas acabamos", estas son las reiteradas respuestas de Uribe cuando le piden desde todos los rincones que aclare su intención de optar a un tercer mandato en 2010.
Una duda que se niega a despejar bajo la incomprensión de muchos colombianos, mientras sus acólitos ponen toda la leña en el asador para lograr su segunda reelección mediante un referéndum popular.
"La Constitución de 1991 prohibió la reelección", recordó a EFE el especialista en Derecho Constitucional Jaime Castro, quien asegura que la historia ha demostrado en Colombia que la reelección es "traumática" por la acumulación de poder en una sola persona.
Uribe accedió al poder en 2002 y en 2006 fue reelegido tras una enmienda constitucional apoyada por congresistas tránsfugas que hoy están en la cárcel, como Yidis Medina y Teodolindo Avendaño.
Frente a las elecciones de 2010, se optó por cambiar el procedimiento, ya que aquella enmienda sólo permitía una reelección. Entonces se recabaron cinco millones de firmas para la convocatoria de un plebiscito popular.
"En este procedimiento hay muchas irregularidades en el origen de los recursos que financió la recolección de firmas y en el trámite legislativo", advirtió Castro.