Dos goles del uruguayo Diego Forlán, el definitivo 2-1 a siete minutos del final de la prórroga, recuperaron la grandeza del Atlético de Madrid, de nuevo en la primera plana de una competición continental, 48 años después de su anterior título, con un triunfo agónico y repleto de sufrimiento ante el Fulham.
El 1-0 fue producto de un buen contragolpe, dirigido por Reyes y culminado por el charrúa Forlán en el minuto 32.
Pero el Atlético dilapidó su renta en cinco minutos, del 32 al 37, cuando llegó el 1-1 del Fulham, un equipo que se mueve en ataque al ritmo de Bobby Zamora. Lo demostró en sus primeros acercamientos y lo confirmó con el empate, que comenzó en sus botas y que terminó tras unos rechaces, un posterior centro y un despeje sin suerte del brasileño Assuncao, en el remate en el segundo palo de Simón Davies.
El paso de los minutos reactivó al Atlético, obligado a demostrar algo más para llevarse la final, condenada a una prórroga tensa -pese al empeño rojiblanco, ya lanzado al ataque, por evitarlo-, a jugar media hora definitiva, sin margen de error, con todo un título europeo para el vencedor y sin consolación para el perdedor.
Y Forlán y Ag�ero nunca quieren perder. Entre los dos se asociaron en el minuto 115 para sellar la victoria a favor de los españoles.