El portero Andrés Palop, que detuvo tres lanzamientos desde el punto de penalti tras quedar el partido en empate a dos en la prórroga, le dio ayer al Sevilla FC el segundo título de la Copa de la UEFA consecutivo, trofeo que vuelve a llevarse a la capital andaluza tras conseguirlo también la pasada temporada.
Pero el Sevilla revalidó el título ante un Espanyol que mereció mucho más y que fue el dueño del juego y de las ocasiones de marcar hasta que se quedó en inferioridad numérica en los inicios de la segunda mitad y que aún así forzó la prórroga y los penaltis.
El Espanyol, que afrontó el partido con la deuda pendiente de perder hace 19 años ante el Bayer Leverkusen su primera final europea, la noche del miércoles en Glasgow tampoco ha podido llevarse el trofeo pese a que lo tuvo muy cerca por momentos.
Adriano abrió el marcador para Sevilla a los 18 minutos. Diez minutos más tarde Albert Riera puso la paridad (1-1) para Espanyol, equipo al que se le complicó el partido luego al minuto 68 con la expulsión de Moisés por doble amarilla.
Ya en tiempos extras, al minuto 105 Kanouté puso arriba a los andaluces con su gol. Cuando Sevilla se preparaba para festejar, a cuatro minutos del final, Jónatas anotó el empate que mandó el partido a penales.
El héroe de la noche fue el portero sevillista Palop, que atajó tres penales, para que los andaluces cantaran victoria.