Una estrategia conjunta para controlar la extracción y venta ilegal de sal sin yodificar que se registra todos los años una vez que concluye la cosecha de sal fue solicitada por los salineros de la región de Azuero, para evitar que se siga dando esta práctica indebida.
Modesto Delgado, gerente de la Federación de Cooperativas Salineras de Panamá (FENCOSPA) explicó que hay personas inescrupulosas que todos los años se dedican a extraer el producto de los remanentes de sal.
Indicó que la situación se controla cuando las lluvias comienzan a caer en la zona y remueven la sal, como sucedió recientemente, pero en este periodo los amigos de lo ajeno logran sacar una buena cantidad que luego es comercializada de forma inadecuada.
Señaló que ellos tienen conocimiento de que estas personas trasladan la sal a lugares apartados donde se dedican a venderla sin procesarla, por lo que su consumo afecta la salud de las personas tomando en cuenta que no es yodificada.
Dijo que esta es una situación difícil de controlar porque el área para el trabajo de la sal es muy extensa y no puede ser vigilada permanentemente por ellos y esta debilidad es aprovechada por los amigos de los ajeno para extraer el producto.
Indicó que estas personas irresponsables operan en horas de la noche cuando saben que es más fácil sacar la sal porque no hay ningún tipo de control y pueden entrar sin problemas para sacarla y transportarla.
De acuerdo con Delgado, una estrategia con el apoyo de las autoridades que puede dar buenos resultados es la habilitación de retenes en los puntos claves que permitan hacer una requisa y verificar la procedencia del producto.
Manifestó que con esta medida se podría combatir esta conducta ilegal porque no es mucho lo que pueden hacer ellos solos, indicó que además se pueden gestionar inspecciones con el Ministerio de Salud porque la sal en estas condiciones afecta la salud de la población.
Detalló que los resultados de la cosecha 2007 - 2008 fueron muy positivos porque este periodo se cerró con una producción de 302 mil quintales de sal, de los cuales 50 mil se trabajaron en destajos de tierra y el resto en cristalizadores de plástico.