FAMILIA
La conducta sexual de la juventud taiwanesa
Tomado de
Sinorama
Una estudiante, a la que
llamaremos Chang Ping, y que estudia tercero de bachillerato elemental en
Taipei, es un ejemplo entre un grupo innumerable: "Una chica no puede
rehusar diciendo que sus padres le prohiben el sexo. El chico la insultará
por estar anticuada".
Chang Ping describe su "primera noche": "Mi novio me
dijo: si no quieres es porque quizás no me amas lo suficiente".
Temiendo que su novio se enfadara o la dejara, Chang Ping, medio obligada
y queriendo a medias, se embarcó en su primera experiencia sexual.
Pero el amor comprado con el propio cuerpo no dura mucho, y ahora Chang
Ping ha recuperado su propia voluntad.
Afortunadamente, no está muy preocupada por haber perdido si
virginidad. "Por favor, ¿en qué siglo estamos? Tampoco
iba a estar toda la vida con él". Pero, ¿qué pasará
si se enamora de un chico que exige la virginidad de su futura esposa? Sonriendo
y sin mostrar preocupación por eso dice: "¿Pero quien
se va a enamorar de tal carca?".
DIVORCIO, MATRIMONIO TARDIO, SOLTERIA
La Sra. Lu, tía de Chang Ping, empresaria, explica que conociendo
el trasfondo familitar de la chica, "no se le puede echar toda la culpa".
Tanto la Sra. Lu como la madre de Chang Ping se divorciaron de sus esposos
después de más de diez años de matrimonio porque estos
mantenían relaciones extramaritales. Ambas mujeres habían
aceptado los consejos y advertencias de su juventud y habían mantenido
su virginidad hasta el matrimonio, todo para conseguir una familia destruida
después de diez años de construirla.
La Sra. Lu pregunta: "¿Asegura la castidad la felicidad
matrimonial?" Puede que ser sexualmente conservadora sea algo bueno,
un ideal, pero no es una restricción que valga sólo para la
mujer. Una vez que se ha hecho una promesa, el hombre debe contenerse: sólo
se puede hablar de "virtud" si está construida en la igualdad
de hombre y mujer.
En su círculo de negocios, la Sra. Lu conoce muchas mujeres
mayores que se han divorciado. Con un suspiro, recuerda que las mujeres
de su generación pensaban que "proteger su cuerpo" era
lo más importante de la vida porque una mujer debería tener
"un compañero para toda la vida". Pero con la tasa de divorcios
subiendo cada día, y que seguirá subiendo en la generación
de Chang Ping, ¿de qué sirve el insistir que los hijos conserven
las costumbres de los mayores?
Por supuesto, no importa cómo cambie la sociedad, todos los
padres esperan que sus hijos actúen con dignidad y respeto propio.
Lo que pasa que, con las exigencias que se hace a los hijos para que "triunfen",
obteniendo un Master o un Doctorado, y un buen trabajo aun antes de casarse,
como el hijo mayor de la Sra. Lu, que con 25 años está retrasando
su boda con su novia hasta que sean capaces de comprar una casa, es poco
realista esperar que los jóvenes se pasen todo el tiempo solos en
su habitación esperando el día de su boda; y esto lo sabe
muy bien la Sra. Lu.
Y comenta: "Cuando los hijos cumplen los 20 años pueden
ser responsables de sí mismos. Por eso le dejo que tome sus decisiones".
Aunque no hay una edad fija que asegure la madurez y el carácter
en todos los escándalos recientes era gente mayor, con educación
y estatus social- no hay otro remedio para resignarse y dejar que la situación
siga su curso.
MAS LENTO Y MENOS
Lin Yen-chin mira el asunto desde una perspectiva histórica.
Comenzando por el hecho de que "la adolescencia a la madurez son los
años de más vitalidad y mayor deseo sexual", Lin señala
que la Julieta de Shakespeare sólo tenía 14 años cuando
se enamoró perdidamente. También, hoy al final de siglo, es
normal que las mujeres de Taiwan se casen a los 16 años.
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