Pastrana sin facultades "imperiales"
tras derrota en el Congreso
Bogotá
EFE
El rechazo del Congreso de
Colombia a ceder al presidente del país, Andrés Pastrana,
poderes especiales para el proceso de paz fue justificado ayer por la oposición
del Partido Liberal al señalar que, si se le hubieran otorgado, el
gobernante se habría convertido en un emperador.
Una coalición de liberales e independientes derrotó a conservadores
y liberales afectos al Gobierno y de otros partidos por 10 a 9 en la votación
de la enmienda para dotar al presidente de facultades para amnistiar, indultar
y suspender penas y procesos judiciales a guerrilleros y para negociar la
paz.
El jefe del liberalismo, Horacio Serpa, y otros dirigentes de su partido
consideran que el Gobierno de Pastrana ha sido "arrogante y excluyente"
en el manejo del proceso reconciliador.
La misma reforma pretendía también fijar políticas
para la creación de los partidos, su funcionamiento, financiación
y su participación en los comicios, así como la elección
de algunos cargos públicos y el régimen de inhabilitaciones
de los parlamentarios.
El ministro del Interior, Néstor Humberto Martínez, considerado
hoy como uno de los grandes derrotados en la votación de la reforma
en el Congreso, dijo que el Gobierno no cejará en su empeño
de cambiar las costumbres políticas, e insistió en señalar
que algunos sectores liberales "no quieren" la paz.
Para Martínez, "Colombia no acepta más clientelismo,
compraventa d perdió la oportunidad de darle al presidente instrumentos
para lograr la paz y acabar con la corrupción política".
El ex ministro de Comercio Exterior Juan Manuel Santos, crítico
de Pastrana y uno de los dirigentes liberales cuya opinión incidió
en el voto negativo a la postura oficial en el Congreso, respondió
también ayer que es "una cortina de humo" la acusación
del Gobierno de que él y el ex candidato presidencial Serpa bloquearon
hasta el fracaso la iniciativa. "Quieren hacer aparecer a todo el que
tiene un comentario sobre la forma en que se conduce el proceso de paz como
enemigo de la reconciliación, y eso no es así", dijo
Santos, quien en los últimos días fustigó al Gobierno
y al ministro Martínez por querer imponer a toda costa la reforma.
Según Santos, esa derrota es positiva para Colombia, ya que "preservará
los principios fundamentales de separación de poderes y para la reconciliación
nacional, porque obliga al Gobierno a ser menos soberbio y más conciliador".
Los poderes especiales para el presidente estaban consignados en la iniciativa
de enmienda de la Constitución que fue retirada en la séptima
de ocho sesiones que debía pasar en las dos Cámaras del Congreso
colombiano. El presidente ha advertido en los últimos días
de que si no era aprobada la reforma, como sucedió el lunes, está
dispuesto a acudir a un referéndum para buscar su aprobación
popular.
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