Asesinato de animador mexicano asemeja
golpe de mafia
México DF
REUTERS
Autoridades mexicanas dijeron
el martes que el asesinato en pleno día de un popular animador de
televisión tenía rasgos de ser una ejecución profesional,
no un asalto ordinario, lo que levantó sospechas de vínculos
con narcotraficantes o el crimen organizado.
Un día después de que Francisco "Paco" Stanley
recibió cuatro balazos en la cabeza mientras se encontraba en el
asiento delantero de su lujosa vagoneta, lágrimas de ira y sufrimiento
se derramaron abiertamente en la ciudad de México.
Residentes hartos del crimen se aglomeraron en una agencia funeraria,
donde el cuerpo se encontraba en un féretro cerrado de color gris,
para rendir último tributo al conocido animador.
"No hay tal cosa como un crimen común", dijo el jefe
de gobierno de la ciudad de México y baluarte de la oposición
izquierdista, Cuauhtémoc Cárdenas, en un comunicado publicado
en diarios locales.
"Pero este crimen, además, es, a lo que se ve, una ejecución
del crimen organizado", agregó.
Ciudadanos comunes concurrieron a la funeraria donde se velaban los despojos
mortales de Stanley, quien desde diciembre trabajaba para TV Azteca, la
segunda cadena televisiva más importante del país.
Algunos cientos de llorosos admiradores desfilaron por su féretro
en una línea que se prolongaba por tres cuadras.
Stanley, de 56 años, llegó a ser un hombre popular como
conductor de programas de concurso y comedia, y es el último de una
serie de víctimas de alto nivel de una ola de crimen que se intensificó
en la Ciudad de México durante 1995 como una de las consecuencias
de la profunda recesión económica que siguió a la devaluación
del peso de diciembre de 1994. Dos hombres con armas automáticas
abrieron fuego hacia la vagoneta Lincoln Navigator de Stanley cerca del
mediodía del lunes en una lateral de una de las principales autopistas
del sur de la ciudad.
Los pistoleros dispararon a quemarropa a Stanley, ubicado en el asiento
delantero para el pasajero. El conductor escapó ileso y el coanimador
Jorge Gil González, de 38 años, fue herido pero se hallaba
fuera de peligro, dijeron funcionarios.
La policía indicó que dos hombres habían sido detenidos
para ser interrogados.
"Paco no merecía morir así", dijo Gil González
a TV Azteca desde su cama de hospital.
El periódico Reforma dijo el martes que fuentes de la agencia
antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) y de
la policía judicial mexicana, el equivalente al FBI estadounidense,
destacaron que el crimen tenía las marcas de una típica venganza
de los poderosos narcotraficantes de México.
El periódico atribuyó a fuentes de esos organismos haber
dicho que Stanley era sospechoso de haber tenido contactos con el fallecido
líder del Cartel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, quien
murió en 1997 tras una múltiple cirugía plástica.
Reforma también indicó que el asesinado animador fue presuntamente
vinculado al encarcelado exjefe antidrogas mexicano, general Jesús
Gutiérrez Rebollo, quien fue arrestado a las pocas semanas de asumir
el cargo en 1997 bajo sospecha de que tenía nexos con Carrillo Fuentes.
Esas versiones no pudieron ser confirmadas.
Las autoridades dijeron que, ciertamente, el asesinato de Stanley no
tenía las características de un crimen ordinario.
"Todo parece indicar que el móvil de esta agresión
no fue un objetivo patrimonial. Fue una operación dirigida a privarlo
de la vida", dijo a reporteros el procurador de justicia de la Ciudad
de México, Samuel del Villar.
Sin embargo, los críticos de Cárdenas, uno de las figuras
principales del izquierdista Partido de la Revolución Democrática
(PRD) y aspirante a candidato a la presidencia del país en las elecciones
del 2000, no dudaron en atacarlo.
El oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder
desde hace 70 años, culpó a Cárdenas por fracasar en
combatir los asaltos, secuestros y asesinatos desde que asumió el
gobierno capitalino en diciembre de 1997.
"El partido exige que se investigue con eficacia y oportunidad este
lamentable hecho que enluta a nuestra sociedad y que pone de manifiesto
la falta de atención y cuidado que están observando las autoridades
capitalinas por la cuestión de la seguridad pública",
dijo el PRI en un comunicado.
Cárdenas acusó al PRI, y a las dos mayores cadenas televisivas
de México, Televisa y TV Azteca, de "irresponsabilidad"
al tratar de culpar a su gobierno por el crimen.
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