El mercado de Penonomé se quedó pequeño. Está en mal estado y los campesinos vendedores ya no aguantan más; están a la intemperie.
El problema del mercado de Penonomé es de hace mucho tiempo. Una gran cantidad de vendedores trabaja en la parte de afuera del mercado porque ya adentro no hay espacio. El techo está en mal estado, mientras que los vendedores se quejan del mal estado de algunos bancos.
Muchos aseguran que los sanitarios están en mal estado y, sobre esto, deben pagar y pedir llaves a la administración para poder utilizarlos.
El espacio ya es reducido, cuando llueve se mojan y el calor es insoportable dentro y fuera del techo, que ya clama por otro.
Los más de 1, 390 vendedores del mercado de Penonomé aseguran que, a pesar de que se les ha informado que se reconstruirá el mercado público de Penonomé, ellos no ven mejorías, los impuestos suben y lo que es peor, las condiciones de salubridad son preocupantes. Exigen respuestas.
El alcalde de Penonomé, Manuel Cárdenas, tenía un proyecto de reconstrucción del mercado; sin embargo, la Primera Dama de la República anunció la reconstrucción de este mercado, luego de la petición que le hiciera el monseñor de la Diócesis de Penonomé, Uriah Ashley.
A pesar de esto, aún no se han iniciado los trabajos, y los campesinos denuncian un mercado que ya se ha quedado obsoleto frente a la demanda y múltiples necesidades de los campesinos vendedores que llegan de lejos a ver qué venden en el día.