Ring... ring... ring. Hola muchacha, desde cuándo estoy aquí esperando para saber de ustedes. �sta es la conversación entre María Alveo, residente en El Cacao de Capira, y su hija que reside en Santiago de Veraguas.
En este sector, es un lío comunicarse por teléfono celular, cuya señal no llega a todas partes y solo existe un teléfono público, ubicado precisamente, y muy estratégicamente, al lado del subcentro de salud del lugar, en un parquecito donde las personas van a esperar las llamadas que les hacen allí.
María Alveo es una de las usuarias de este muy solicitado teléfono; acostumbra a esperar llamada de su hija.
El 240-2848 es el único teléfono que existe en el lugar, y el hecho de que esté la mayor parte del tiempo en buenas condiciones, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Sin embargo, los jóvenes no parecen tener conciencia de la importancia que tiene este recurso para la comunidad, porque a cada momento lo dañan para sacarle plata, según señalan los afectados .
Cuando en El Cacao de Capira, en el sector Oeste, se presenta alguna situación de desastre, como lo son las inundaciones y demás, éste es el único medio para comunicarse con su gente, porque allí no llega la señal para los celulares. "Tiene uno que ir a hablar por allá a lo alto, porque aquí no hay señal", dice María Alveo.