Lo que ha ocurrido con la Selección Nacional Juvenil, que estaba esperando solamente el viaje para el Campeonato Mundial en Taiwán, ha sido una tremenda canallada, que no tiene nombre y es imperdonable.
Esto demuestra que a los dirigentes deportivos no les importan los atletas, al ver que estos 18 muchachos se ganaron este derecho el año pasado en México, no es posible que se queden varados a una semana antes del inicio de este torneo.
La guerra entre la Federación Panameña de Béisbol (FEDEBEIS) y el Instituto Panameño de Deportes (PANDEPORTES) no dejó nada positivo, sólo afectó los sueños, anhelos y esperanzas de un grupo de niños que peleó hasta la muerte por llevar en su pecho las seis letras de nuestro gran país.
Por eso les digo a estas instituciones deportivas que son unas truncadoras de ilusiones, capaces de ocasionar que estos valientes peloteros se llenen de frustración, que atentaría de manera prematura con sus carreras.
Creo que ya está bueno que el atleta siga pagando por los errores o problemas personales entre dirigentes (no me interesa si es el caso). Nuestros deportistas merecen respeto.
Entonces, el tiempo que estos muchachos dedican al deporte, que han faltado a la escuela y están lejos de su familia �No tiene valor? Acuérdense que estos muchachos sólo tienen 15 y 16 años, son jóvenes que han hecho todo un esfuerzo para dejar el nombre de Panamá en alto.
Con la noticia de que no habrá participación, hay otro castigo para los atletas, increíble, �verdad?, una sanción que está por anunciarse, que oscila entre los tres a cinco años, afectando a todos los beisbolistas del país, sin poder participar en ninguna competencia internacional.
Les puedo decir, muchachos, sigan trabajando con el esmero y las ganas que lo hicieron en cada uno de los entrenamientos en los que estuve presente en el Rod Carew. Recuerden que ustedes son el objetivo principal de esto y no los dirigentes, que están de paso, algunos son puestos políticos y otros están con la soga en el cuello.