Como era de esperarse, el presidente electo de Panamá, Martín Torrijos, hizo público sus nombramientos en las carteras ministeriales, aclarando bastante el panorama político que vendrá con la Patria Nueva.
Empero, también era evidente que Martín no iba a delatar detalles de quién colocaría en la Autoridad Nacional del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), de qué alternativas desarrollaría en ese departamento sensitivo para solucionar el problema de los buses y el desorden diario en el transporte colectivo.
Mientras Martín hablaba de los ministros viejos de la Patria Nueva, varios familiares enterraban a víctimas del manejo irresponsable en Arraiján. Un hogar quedó vacío cuando tres de sus integrantes perecieron bajo las ruedas de un camionero.
Entretanto, no hay justicia para los atropellados por buseros. Aquí las mafias transportistas están seguras de que Martín Torrijos dejará intacto el dilema del transporte, de que seguirán las regatas, el poco respeto de los palancas y "pabos" hacia los pasajeros, además del negociado de cupos en el sector colectivo y selectivo.
Por ello le preguntamos a Martín: �Cuál es el miedo? Diga quién será el que reemplace a Pablo Quintero Luna en la ATTT. �Qué hará usted, como presidente de todos los panameños a partir del 1 de septiembre, para modernizar el transporte público?
Pues, señor Torrijos, usted ya sabe cuáles son las alternativas: Allí están las ofertas del tren ligero franco canadiense, de las empresas Alstom, BCEOM y Bombardier, quienes están dispuestas a construir dos rutas de tranvías especiales para solucionar la crisis en el transporte masivo urbano de la ciudad de Panamá y alrededores.
También están las propuestas de los autobuses articulados no contaminantes de Colombia y Brasil, en donde ciudades como Bogotá y Curutiba han solucionado de forma simple el traslado de pasajeros en esas enormes ciudades de más de cuatro millones de personas.
La gente entiende que el Partido Revolucionario Democrático (PRD) tiene muchos cuadros claves dentro del negociado del transporte colectivo y selectivo. Pues, recuerde señor presidente electo que el pueblo es la mayoría de personas que formamos parte del país. No tenemos autos, no tenemos salario suficiente para pagar todos los días taxis para siquiera ir un poco cómodos a nuestros trabajos a estudiar o de regreso a nuestras casas.
Estimado mandatario: atrévase a aplicar medidas fuertes contra los buseros y camioneros que han convertido a la ciudad capital y al resto del país en una trampa de muerte. Aquí hay que persignarse con Dios antes de salir de los hogares, pues con estos asesinos del volante no se puede confiar.
