De los 13 ministros, 9 provienen de la patria vieja. Con razón dijo una dama muy perspicaz que el presidente Torrijos quiere darnos "patria nueva con ropa vieja".
De los designados, algunos fueron cómplices de las fechorías que se cometieron durante 21 años de narcodictadura. Sin duda se han reciclado, pero nunca han hecho acto de contrición por sus desmanes y tropelías.
Eso es todo lo que se les pide: Ni siquiera que vayan a juicio o purguen sus delitos en la cárcel. Y que devuelvan los dineros mal habidos, que son del pueblo. Pero en 15 años de "democracia", ni eso han podido darnos. Su pasado borrascoso les da risa y cuantas veces puedan nos lo restriegan en la cara.
Otros de los nombrados fueron conspicuos colaboradores de la torodictadura, cuyas secuelas de autoritarismo y corrupción todavía las sufre el pueblo. Ese fue un gobierno orientado a la extracción de recursos para provecho personal y a la reelección de su jefe, que afortunadamente no procedió.
�Qué nos deparará la patria nueva con ropa vieja? Ojalá sean buenas obras, aunque la composición del equipo no sea muy alentadora.
Por mi parte, la única expectativa que tengo es que bajo el gobierno de Martín se investigue la misteriosa muerte de su padre. Omar fue dictador, pero no merecía morir asesinado. En su caso como en tantos otros, es preciso hacer justicia. �Podrá procurarla la patria nueva? Martín Torrijos tiene la palabra.