En la actualidad, nuestro país cuenta con más de 80 mil niños trabajadores, un cifra que alarma porque -sin quererlo- estamos acabando con la posibilidad de tener un futuro promisorio para nuestro país.
Cada vez que un niño sale a las calles a trabajar, ya sea por necesidad de llevar un sustento a su hogar o bien por las malas prácticas de sus padres de obligarlos a trabajar desde edades tempranas, les estamos negando la posibilidad de que el día de mañana ellos sean hombre y mujeres de bien.
Es por ello que con el fin de poder ofrecer a los niñas y niños panameños una mejor expectativa de vida; y tratando de disminuir el trabajo infantil de nuestro país, la fundación Casa Esperanza realizó su tradicional recorrido "Conoce mi mundo", en el que participaron amigos y colaboradores de dicha fundación.
NOS PUSIMOS EN SUS ZAPATOS
A través de este recorrido por su centro de trabajo, ubicado en el área de Curundú, pudimos conocer de cerca el trabajo que realizan los colaboradores de Casa Esperanza, en donde más de 3, 700 niños en todo Panamá se beneficiarán de los distintos Programas de Atención Integral, en los distintos centros de Panamá, Colón, Coclé y Chiriquí, los que son apoyados con actividades como: afianzamiento escolar, atención primera en salud, nutrición y desarrollo personal, social, deportivo y recreativo.
CONTENTOS CON LAS VISITAS
Además de conocer las actividades realizadas por dicha fundación, algunos de los niños y niñas beneficiadas por estos programas, compartieron de una mañana cultural, donde en medio de cantos de décimas, bailes congos y testimonios de aquellos que con la ayuda de esta fundación pudieron salir de las calles y en la actualidad son hombres y mujeres profesionales, que se mantienen apoyando las labores de trabajo de este lugar.
Pero el compromiso social de esta organización no gubernamental no es solo con los niños panameños, sino que con el correr de los años han empezado a complementar sus programas con los de orientación familiar, donde padres y madres de los beneficiarios tienen la oportunidad de recibir capacitación laboral; buscando con ello que estas familias sean capaces de generar sus propios ingresos económicos, sin necesidad de enviar a sus hijos a las calles, ni alejarlos de sus estudios.
Una de las comunidades que actualmente se beneficia de dichos programas es Kuna Nega, un sector que, en su mayoría, es poblado por personas de escasos recueros, pero que con la ayuda de programas de sastrería y modistería, hombres y mujeres están hoy en día empezando a ganar el dinero necesario para sustentar a sus familias.
Lastimosamente, muchos panameños desconocemos estas realidades, que se dan a pocos metros de nuestros hogares, por ello el próximo 7 de octubre se realizará la denominada "Noche de Gala" a beneficio de los niños y niñas panameñas que pertenecen a Casa Esperanza.