El etíope Kenenisa Bekele, que el viernes batió su propio récord del mundo de 10, 000 m (26: 17.53), en la quinta etapa de la Golden League en Bruselas, cuenta con un motor excepcional y una voluntad que hacen de él, a sus 23 años, el mejor corredor de fondo de la historia.
El astro africano, aplaudido en el estadio Rey Balduino por excampeones no sólo de atletismo como el ciclista Eddy Merckx, tiene un palmarés mucho más elocuente que ningún otro atleta a su edad.
Campeón olímpico y dos veces campeón del mundo en 10, 000 m (2003 y 2005), Bekele ganó ocho veces el Mundial de cross-country. Posee los récords mundiales de 5, 000 m y 10, 000 m, sin olvidar sus medallas de bronce en el Mundial 2003 y de plata en los Juegos Olímpicos 2004 de Atenas en 5, 000 m.
Pero, obviamente, las antiguas glorias tenían muchas menos ocasiones de lucirse. El Mundial de Atletismo, que se disputa desde 1991 cada dos años, fue creado en 1983. Y Bekele corría dos pruebas (corta y larga) en el Mundial de cross-country.
"Puede correr aún diez años a ese nivel. Es más fuerte que Haile Gebreselassie porque es más completo y todoterreno", comenta su mánager, el holandés Jos Hermens.
"�Es por ello el mejor? Hermens ya decía lo mismo de Gebreselassie (del que también es agente)", recuerda el excampeón francés Michel Jazy. "Pero Bekele realmente es un atleta excepcional, de los que hay uno cada dos o tres generaciones. El viernes por la noche me dejó totalmente anonadado", añade.