El etíope Kenenisa Bekele logró bajo un calor sofocante el doble objetivo con el que llegó a Osaka: se coronó por tercera vez campeón mundial de 10.000 metros y se tomó cumplida venganza de su derrota en los Mundiales de cross ante el eritreo Zersenay Tadesse.
La tercera jornada de los Mundiales proclamó reina del esprint a la jamaicana Veronica Campbell, aunque hubo intriga antes de que su triunfo se hiciera público, y arrojó otro "hat trick" para el bielorruso Ivan Tikhon, por tercera vez campeón de martillo.
La derrota de Bekele ante Tadesse en Mombasa (Kenia), hace cinco meses en una especialidad, el campo a través, que le había dado al etíope cinco dobletes consecutivos, fue una de las mayores sorpresas del atletismo en los últimos años.
El eritreo, inopinadamente, se puso a tirar como un poseso desde la salida a un ritmo medio de 2: 44 el kilómetro y continuó hasta el octavo, haciendo la selección del grupo al tiempo que fraguaba su infortunio, quedando al final fuera del podio.
El ataque del keniano Martin Mathathi destruyó al eritreo y el propio Bekele flaqueó en la penúltima vuelta antes de regresar con Mathathi y Sileshi Sihine, su joven compañero etíope, que atacó ferozmente a su maestro en el último 400.
La carrera parecía sentenciada en beneficio de Sihine, pero Bekele se había guardado el último zarpazo. En la última recta, cazó a su amigo y se fue sin oposición en busca de su tercer título con una marca asombrosa de 27:05.90, la mejor del mundo este año.
10,000 METROS
Con una demoledora arremetida en la última vuelta, Bekele ganó con tiempo 27 minutos y 5.90 segundos. Sileshi Sihine entró segundo con 27:09.03 para darle a Etiopía la plata y el keniano Martin Mathathi completó el podio.