El ministro del Interior venezolano, Pedro Carreño, reconoció que la corrupción se ha infiltrado en sectores revolucionarios y exigió "honestidad y ética" a los seguidores del presidente Hugo Chávez.
El planteamiento lo hizo Carreño al referirse a un caso de corrupción en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), en su encuentro semanal con los periodistas en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno venezolano.
"La boina roja no debe ser utilizada como patente de corso", dijo el ministro al reconocer que la "corrupción no tiene ideología".
Carreño aludía así a las acusaciones vertidas por el ex-vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, quien apuntó la posible conexión entre el "caso del maletín" con operaciones con bonos de la estatal PDVSA a través del banco argentino, Banco del Sol.
El caso se ha convertido en un escándalo internacional.