Luego de dos días de fallidas negociaciones entre el gobierno ruso y un grupo de militantes chechenos fuertemente armados que tenían secuestrados a 1,100 personas (entre ellos más de 700 niños) en la escuela Beslan en la república rusa de Osetia del Norte, el 3 de septiembre de 2004, fuerzas armadas entraron por la fuerza con tanques y tropas. El resultado fue una masacre: más de 334 rehenes muertos (186 niños), así como centenares de heridos.