El compañero de estudios de Periodismo cayó en la "vida loca". Se la pasaba faltando a clases por asistir a reuniones y cocteles. Tuvo que dejar la Universidad. Consideró que no valía la pena estudiar y perderse "la realidad de la vida social panameña".
Luego de varios años me gradué. Entonces ese ex compañero se puso a hablar mal de los estudios de Periodismo. Quería reducir el éxito que obtuve al terminar la carrera.
Otro señor le echaba la culpa de su situación a que nació en un barrio pobre, que su familia no tuvo dinero para enviarlo al exterior y que era negro.
Sin embargo, callaba que, en ese mismo barrio, otras personas habían logrado una profesión, buenos ingresos, una familia estable y comodidades.
Incluso, escuché a alguien alegar que no surgía porque era hijo de inmigrantes europeos. Sin embargo, otras personas en la misma situación hicieron una buena vida, tanto en los estudios como el comercio.
Recordé estos y muchos otros casos al ver el anuncio del Gobierno titulado "Elige tu vida". Busca señalarle a los jóvenes panameños (especialmente a los del "ghetto") que pueden tener un buen futuro y no ser maleantes.
A cada momento digo en mis clases de Periodismo y Sociología que la vida está llena de decisiones. De elecciones. Incluso, me refiero a la canción de Blades sobre esa realidad.
"Recuerden que lo que hagan hoy, lo disfrutarán o lo lamentarán mañana", es una frase para despedir a los alumnos.
Algunos jóvenes no pueden disimular una sonrisa burlona, mientras que otros captan lo que significa esa frase.
Los viejos recordamos las decisiones que tuvimos que tomar para llegar a donde hemos llegado. Pero esa experiencia a veces no la toman en serio algunos jóvenes. Creen que "hay que vivir la vida como a ellos les da la gana".
Cuando años más tarde sufren los efectos de ese desorden y malas decisiones, entones quieren echarle la culpa a otros.
Malas decisiones pueden arruinar el futuro de varones y mujeres.
Por eso es conveniente que antes de decidir qué hacer con su vida, el joven converse con personas que ya pasaron por ese momento. La experiencia de otros es buena consejera...
Espero que la campaña del Gobierno llegue a la conciencia de muchos jóvenes, que ante el sexo sin protección y desordenado, no saben qué rumbo tomar. Por eso cada día dos jovencitas son embarazadas en Panamá.
Y las que abortan, matando vidas inocentes. Esa fue la interrogante que dejó pasmados a varios jóvenes.
