La guillotina, esa máquina para ejecutar vía decapitación, es asociada comúnmente con la época del "Terror" de la Revolución Francesa, pero el gobierno francés la mantuvo operativa tan recientemente como hasta finales del siglo pasado. Un día como hoy, pero del año 1977, el inmigrante tunisio Hamida Djandoubi, condenado a muerte por tortura y homicidio, se convirtió en el último hombre en ser guillotinado, tras lo cual este artefacto hizo su transición definitiva a los museos.