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Sin embargo, lo pongo todo en Facebook

Redacción | Crítica en Línea

Hay cierta información que es mejor compartirla solo con el psicólogo, el cura y tu mejor amigo

a. Fuera de este exclusivo círculo, revelar cualquiera de tus trapos sucios te significará seguramente un gran bochorno. O cuidado algo peor.

Pero eso es precisamente lo que hacen millones de personas afiliadas a las redes sociales de Internet, llámese Facebook, MySpace o Twitter.

En cualquier rincón del mundo donde haya una computadora o celular conectado a la red, hay algún chiquillo o mamullón que sube a su portal personal todas sus fotos personales y familiares, así como videos de sus arranques, y datos sensitivos como el lugar donde vive, su número de teléfono, los nombres completos de sus familiares y amigos, y cuándo estará fuera de casa.

Piénselo. �Usted se detendría en la calle a contarle a un perfecto desconocido todos los datos personales descritos en el párrafo anterior?

Pues eso es lo que hacemos cuando entramos a estas redes sociales. Al principio, nos conectamos con amigos, familiares y conocidos. Ellos tienen acceso a todo lo que subimos a nuestra página. Pueden ver y guardar nuestras fotos personales y conocer lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer.

Esa información puede compartirla con cualquiera, ya sea por una conversación casual, o por un correo, o por la misma red social. Y no sabemos a quién llegará esa información en última instancia. Ya sabemos cómo funciona el juego del telefonito.

Cuando están incluidos todos los que conocemos en persona, entonces comienzan a llegar los desconocidos que se "pegan" a nosotros para conocernos. No sabemos las intenciones de esas "amistades", pero igualmente les damos todos nuestros datos.

Encima de eso, y subimos material indiscriminadamente, sin caer en cuenta de que toda la información que coloquemos puede ser utilizada en nuestra contra.

Es fácil agregar muchos contactos, pero también es fácil olvidar que tu jefe, tu mamá, tu esposa y tu ex también podrían darse cuenta de tus datos. La regla dorada de compartir datos es nunca "postear" nada de lo que no quisieras que tu jefe, tu mamá o tu esposa se entere.

Igualmente, debemos evitar subir información personal sobre terceras personas. Tampoco es una buena idea usar estas redes cuando estamos borrachos o enojados, ya que podemos tomar decisiones de las que nos podríamos arrepentir más adelante.

Algo que no muchos saben es que estas redes sociales por Internet tienen configuraciones y opciones especiales de privacidad. �selas.

Y sobre todo, sea tan selectivo y desconfiado en las redes sociales como lo es en la vida real.



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