Dos hombres jóvenes perdieron la vida de manera sangrienta y en circunstancias distintas este fin de semana en la provincia de Panamá.
EN UN CUMPLEA�OS
Aparentemente no lo querían ver con vida y encargaron su muerte.
Rodolfo Abdiel Gutiérrez, de 24 años, dio su último suspiro pasadas las 10:00 de la mañana de ayer, domingo, en la sala de Cuidados Intensivos del Hospital Santo Tomás.
Fuentes allegadas a la investigación informaron que el asesino sorprendió al hoy occiso cuando éste se encontraba celebrando el cumpleaños de una de sus hijas en compañía de familiares y amigos en las inmediaciones del edificio Canavagio, en la avenida Nacional, corregimiento de Calidonia.
El homicida, identificado por el alias de "Chino Cizaña", abordó a Gutiérrez a las 11:00 de la noche del sábado, y sin mediar palabras le disparó a quemarropa. En medio de gritos, Gutiérrez fue socorrido y llevado aún con vida al Hospital Santo Tomás, donde posteriormente falleció.
Gutiérrez tenía poco tiempo de haber salido de la cárcel La Joya, tras purgar una condena por drogas, pero según su familia, ya se había regenerado y entregado a Cristo.
En el centro hospitalario, un grupo de mujeres lloraba desconsoladamente tras enterarse de su fallecimiento.
Extraoficialmente se conoció que las autoridades manejan la tesis de que la muerte de Gutiérrez "fue por encargo".
Al cierre de esta edición, "Chino Cizaña", el presunto criminal, quien reside en Patio Rochet, vía Frangipani, no había sido capturado.
�MALDITA CONFUSION!
En otro caso, a Javier Edgardo Acosta Del Rosario, de 26 años, lo mataron por equivocación cuando rumbeaba en una discoteca, reveló una fuente policial.
La fuente informó que Acosta se encontraba en el local "Tabernita Lindo", ubicado en Milla 8, Las Cumbres, corregimiento de Alcalde Díaz.
A las 4:00 de la madrugada de ayer, domingo, Acosta fue sorprendido por un sujeto desconocido que le hizo tres disparos cuando bajaba las escaleras del centro de diversión.
Inmediatamente se formó un estropicio por las detonaciones, de las cuales sólo una impactó a Acosta en el costado derecho, y fue suficiente para provocarle la muerte.
Los gritos y el pánico se apoderaron de los presentes, quienes tuvieron que socorrer a Acosta y trasladarlo al Hospital Integrado San Miguel Arcángel, en San Miguelito, pero pereció camino a ese nosocomio.
Trascendió que Acosta residía en el residencial Porto Fino, en Villa Zaíta.
Unidades de la DIIP de Santa Marta y de la División de Homicidios de la Policía Técnica Judicial llegaron al lugar del hecho en la mañana de ayer, para realizar la inspección correspondiente e iniciar las investigaciones.
Hasta el momento del cierre de esta redacción, los estamentos policivos no habían dado con la captura del asesino, pero hacen las investigaciones que los lleven a tener pistas de su paradero.