Sus ojos están cerrados ante el mundo que lo rodea. En medio de las risas y palabritas de los demás niños se desplaza por todos lados mientras con sus manitas intenta tocar lo que esté a su alcance para jugar. Este es el diario vivir de Rolando Montezuma, un niño de tan solo ocho años, que fue abandonado por sus padres al nacer.
Su historia es poco común en Panamá, ya que padece de discapacidad múltiple, una alteración que afecta varios de sus sentidos a la vez, es decir le impide ver, oír y hablar. Su difícil situación lo llevó a desnutrirse, lo cual a su vez ayudó a que Rolando fuera trasladado al sitio que actualmente le ha dado lo que todo niño anhela, Amor.
Rolando forma parte de los niños que alberga Nutre Hogar Chiriquí, una asociación pro nutrición infantil que vela que los niños desnutridos de Panamá tengan una oportunidad de vida.
Este pequeñín, de tan solo 106 centímetros de estatura, llegó al mundo con desnutrición desde el vientre de su madre, nació prematuro y luego fue abandonado en el Hospital de San Félix, por lo que se le trasladó al Hospital José Domingo de Obaldía donde el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) decide ubicarlo en Casa Hogar Trisker, un albergue cuyo objetivo es ofrecer atención integral y protección temporal a niños víctimas de maltrato familiar y que no tienen un hogar.
Rolando no emitía reacción alguna, sus sentidos parecían apagados, posteriormente es devuelto al Hospital José Domingo de Obaldía con una severa desnutrición. Es en este momento cuando se decide trasladarlo a Nutre Hogar Chiriquí.
Todo parecía indicar que ese era el mejor lugar para que él lograra recuperarse a tal punto que hoy, Rolando es un niño muy sano, a pesar de su discapacidad. "Solo se ha enfermado dos veces, es un niño muy sano y con mucha energía, a él le encanta estar muy activo, corre de un lado al otro y las ayudantes del centro andan tras él durante toda la jornada, la verdad es muy hiperactivo", así lo describe Jaime Lara, director de Nutre Hogar Chiriquí, quien se muestra satisfecho por el avance registrado en el infante.
Situaciones como la que atraviesa Rolando, se presentan en menor escala en nuestro país, por lo que actualmente no hay instituciones que concentren su ayuda en niños con problemas de esta índole.
El pequeño ahora cuenta con la oportunidad de asistir tres veces a la semana al Colegio Antonio José de Sucre, donde se le imparte clases en un aula especial para que aprenda a vestirse solo, a caminar con un bastontoncito y ponerse los zapatos.
Según comenta Lara es difícil entrenar a un niño como Rolando, "si tuviera alguno de sus sentidos, las cosas serían más fáciles, mas nuestra labor es continuar apoyando la formación de este pequeño, mientras se encuentre una entidad u hogar que se haga cargo de él".
Gloria Rivera, directora regional de MIDES indicó que el pequeño aún no ha tenido la oportunidad de gozar de una familia, que pueda atender sus necesidades y comprenda sus limitaciones. "En una ocasión, una familia se acercó dispuesta a adoptarlo, sin embargo días después desistieron de la decisión, razón por la que hasta el momento se está a la espera de que una familia quiera brindarle un hogar".
UNA LOABLE LABOR
Nutre Hogar Chiriquí se dedica a la alimentación de niños que una vez sean evaluados por los médicos del Hospital José Domingo de Obaldía y diagnosticados con problemas de desnutrición, ingresan a este centro donde se le ofrecen fórmulas especiales y medicamentos a fin de solventar su situación. La permanencia de estos pequeños es de tres a ocho meses y se recibe a infantes en edades entre 0 a seis años. Una vez se culmine la labor, estos niños son devueltos a sus padres y la entidad brinda un seguimiento con el propósito de una recuperación completa.
Yira de Alvarado, presidenta de Nutre Hogar Chiriquí asegura que "los indígenas son el grupo mayoritario donde se presenta esta triste realidad, pero también los latinos no dejan de ser parte de las estadísticas, aunque mantienen en reserva su situación ya sea por pena o por orgullo".
Alvarado dijo que los gastos mensuales oscilan entre 13 mil a 15 mil dólares ya que la entidad proporciona las tres comidas diarias, medicamentos, leches especiales, aunado a los gastos de personal que labora en el lugar.
Acotó que la comarca Ng�be Buglé, seguido de los distritos de San Lorenzo, San Félix, Remedios y Tolé, son los sectores con mayor índice de desnutrición infantil en la provincia de Chiriquí.
Puntualizó que a pesar de la atención dada a 40 niños siempre hay una lista de espera, por lo que la situación se agrava toda vez que la capacidad solo permite esta cantidad.
Cada año, Nutre Hogar prepara actividades con miras a recoger fondos que le permitan solventar sus gastos; y esta vez no es la excepción, ya que el próximo 4 de octubre celebrarán la Radiotón, los niños primero, en la que comunicadores sociales, estudiantes de diversos planteles, artistas y todo el pueblo chiricano se unen para apoyar esta noble causa.
Casos como el de Rolando pueden tener un mejor desenlace si las autoridades y la sociedad logran crear conciencia ante problemas como la desnutrición en niños que representan el futuro de nuestra nación.
TRABAJO DIARIO
Se sirven 50 desayunos.
Se desinfectan 48 cunas.
Se dan 186 biberones con diferentes fórmulas.
63 meriendas son servidas.
Se lavan 427 pañales, 140 sábanas, 20 toallas.
Se nebulizan 20 niños.
Se utilizan 50 pañales desechables.
Se trabaja en tres turnos de 8 horas.
