Las Mercedes de Garachiné Darién, es el título del Libro escrito por el folclorista Raúl E. Forde, el cual recoge aspectos interesantes y poco conocidos de la historia, cultura y folclor del pueblo garachineño y generalidades de esta exótica provincia.
Todo nace por la curiosidad de Raúl Forde de conocer un poco más la historia de su pueblo, que busca, más que nada, crear conciencia a nivel nacional sobre la cultura y el patrimonio de muchos pueblos que están en vía de extinción.
No podían, entonces, quedarse fuera de este libro bailes importantes que identifican la provincia de Darién como son: El Bullerengue, La Cumbia y El Tamborito, ni La Fiesta del Bunde, que es la forma de celebrar el Nacimiento del Niño Jesús.
Forde describe con detenimiento en su obra la Danza de Diablo Espejos de Garachiné Darién, que estaba a punto de desaparecer, ya que hasta el año 2006 solamente danzaban entre 5 y 6 bailarines, y se celebra el mismo día del Corpus Cristi.
Paralelo a este libro que busca rescatar todas estas danzas, Raúl Forde es parte importante del Club Cívico de Garachineños y Amigos Residentes en Panamá, que han hecho un tremendo trabajo como fue integrar más de 22 diablos.
Algo digno de alabar en este esfuerzo que realizan los garachineños por rescatar su folclor es que había danzantes viejos que dejaron de bailar y este año se incorporaron y entraron algunos niños que son la semilla para que esto se mantenga.
Sin embargo, como lo señala Forde la cosa no ha sido nada fácil, ya que uno de los problemas que confrontan los integrantes de esta danza es el vestuario que por mínimo les cuesta B/75.00.
Según Forde, no existe en el país otra danza como la de Los Espejos de Garachiné, aunque todas tienen en común la lucha del bien contra el mal.
Basado en sus investigaciones, Raúl Forde sostiene que la danza no llega a Garachiné por los sacerdotes evangelizadores, sino por un colombiano llamado José María Correa, quien vivía en la Isla San Miguel y el Corpus Christi lo sorprendió pescando y salió a danzar.
�l se queda viviendo en Garachiné y continúa la danza que data del siglo XIX y se ha mantenido a pesar del poco o casi nulo del gobierno, que como en la mayoría de los casos no cree ni ve rentabilidad en la cultura ni el folclor.