Este paracaidista saltó ayer desde una plataforma en la torre de televisión Ostankino, en Moscú, situada a una altura de 367 metros. Este es el mirador más alto de Rusia, tiene un piso transparente, y una persona que haya subido en el ascensor a la altura de casi 350 metros en cuestión de 42 segundos, se quedará repentinamente con la impresión de estar flotando sobre un abismo. La sensación es tan fuerte que se han instalado pasamanos especiales a lo largo del perímetro para quitar el miedo.