Aldeas enteras han sido borradas del mapa por un ciclón con vientos de 200 kilómetros por hora que sopló sobre Bangladesh, y que ha dejado por lo menos 600 víctimas fatales.
Según la organización Media Luna Roja (con que se identifica la Cruz Roja en los países con fuerte población islámica), al menos 3 aldeas han desaparecido.