Las ejecuciones que se han registrado en el sector de Panamá Oeste podrían originarse en el incumplimiento de compromisos económicos entre narcotraficantes y testaferros, reveló a Crítica una alta fuente policial.
De acuerdo con el informante, las ejecuciones se han registrado debido a que se venció el tiempo en que los testaferros debían devolverles a los narcotraficantes el fruto del dinero que les dio en custodia.
"Esto se sabía que iba a pasar, lo que ocurre es que el tiempo que los narcos les dieron a sus testaferros para que hicieran negocio y regresaran lo que se les prestó está terminando", precisó la fuente, quien investiga de cerca estos asesinatos.
Manifestó que los narcotraficantes les han cobrado a sus deudores con sus propias vidas, para lo cual han utilizado los oscuros y solitarios caminos a lo interno del sector oeste para abandonar los cadáveres.
Explicó que la Policía mantiene informes de que los narcotraficantes les prestan fuertes sumas de dinero a sus testaferros para que inicien negocios y estos tienen la obligación de devolverles el 80% de las ganancias, el 20% restante es para ellos como comisión.
El tiempo otorgado para devolver el dinero depende del monto prestado. Hay casos en los que la suma debe ser devuelta en 6 u 8 años, a través de cheques bancarios depositados en determinadas cuentas o mediante la entrega de bienes adquiridos.
Cuando el plazo vence y no hay dinero, entonces se producen las ejecuciones, dijo el jefe policial.
Indicó que la mayoría de las veces, los narcos pagan sicarios para que liquiden a sus deudores y estos buscan a sus víctimas hasta en sus hogares.
Agregó que los testaferros en muchas ocasiones compran autos lujosos y se esconden por un tiempo, hasta que son encontrados por sus victimarios.
El modus operandi es que los ejecutan de un disparo entre ambos ojos, los atan de manos y pies y les llenan la boca y los bolsillos de dólares, con un mensaje que dice: "Si te gusta tanto la plata, allí la tienes 'paisita'".
El oficial de la Policía Nacional señaló que las calles que conducen a Río Congo son unas de las más gustadas por los delincuentes porque están en un área boscosa y solitaria que une a Nuevo Chorrillo, en Arraiján, con La Chorrera.
Esta área se comunica fácilmente con la carretera que conduce a Cerro Cama, al lago Gatún y de allí en lancha llegan a Escobal, lugar que está en la provincia de Colón, desde donde desaparecen.
Tampoco descarta que las ejecuciones por encargo se den en medio del enorme lago y el o los cuerpos hayan sido lanzados al fondo de este.
Otro de los lugares favoritos para desembarcar droga, dinero y hasta extranjeros son los bajaderos que hay desde antes de llegar a la playa de Bique, pasando por Puerto Caimito y llegando a Playa Chiquita, en donde está el crematorio de La Chorrera.
La Policía Nacional ha incrementado su presencia en este lugar por los movimientos extraños de personas que han detectado.
Destacó el importante papel que juega la ciudadanía en general, dado que la mayoría de las capturas y decomisos que se han dado, ha sido por la cooperación ciudadana que en un tiempo estuvo reacia a denunciar el crimen por temor a represalias.