El vicepresidente del grupo chií libanés Hizbuláh, jeque Naim Qasem, insistió ayer en que el consenso es la única opción para elegir al sucesor del presidente Emile Lahud, cuyo mandato concluyó el viernes pasado.
"El consenso abre la puerta a un Gobierno nacional, que, además, propiciará la estabilidad y la prosperidad económica, y devolverá la la confianza", remarcó el clérigo .
En ese sentido, destacó que el "entendimiento entre el Gobierno y la oposición beneficia al Líbano y su unidad nacional".
Por otra parte, Qasem responsabilizó al Gobierno del primer ministro Fuad Siniora y a la coalición política 14 de Marzo, que apoya a Siniora, por la falta del consenso que existe en el país para elegir al sucesor de Lahud.
"Responsabilizamos al Ejecutivo por no haber elegido al nuevo presidente en el plazo determinado por la Constitución. El equipo del Gobierno ha llevado al país a este vacío (presidencial)", afirmó el dirigente de Hizbuláh.
Además, reiteró que la oposición, encabezada por Hizbuláh, desea que sea elegido un mandatario que "crea en la participación de todos los grupos (políticos), que defienda la tierra, y que no propicie el sectarismo".
Qasem también señaló que el Gobierno no puede hacerse cargo de la Presidencia libanesa porque es "ilegitimo e inconstitucional al no representar a todos los sectores políticos".
El presidente Lahud abandonó en la medianoche del viernes el Palacio de Baabda, tras expirar su mandato y ante la incapacidad del Parlamento de elegir a un sucesor, que pospuso su elección hasta el próximo día 30, tras intentarlo en cuatro ocasiones sin éxito.
Lahud abandonó el cargo, no sin antes poner toda la seguridad del país en manos del Ejército, ya que no reconoce la legitimidad del Gobierno de Siniora, quien ha negado que el país esté en estado de emergencia. La Constitución prevé que sea el Consejo de ministros el que asuma el poder.
ESPERANZA
A pesar de que la inquietud persiste, muchos confían en que la conferencia de paz de Annapolis (EEUU), que se celebrará el próximo martes, traiga una solución a la crisis libanesa.
Mientras tanto, hay un amplio despliegue militar y policial en las calles, ante el vacío de poder.
