Han pasado más de 60 horas desde que una fatal explosión en el remolcador "Viveros" costó la vida a dos trabajadores y provocó quemaduras de consideración a dos más.
Mientras las causas del accidente ocurrido en las cercanías de la entrada del Canal de Panamá, por la costa del Pacífico, parecen continuar en el misterio, los dos sobrevivientes de la tragedia luchan por conservar sus vidas.
En la sala de Cuidados Intensivos del Hospital Santo Tomás, Hipólito Mosquera, de 35 años, se enfrenta a la adversidad. Tiene más de la mitad del quemado producto de la explosión.
Recuperarse no será tarea fácil, pero sus seres queridos tienen la esperanza de que un milagro llegue a ocurrir y su salud mejore.
Hasta la tarde de ayer, las autoridades médicas estaban a la espera de la evolución que el paciente presente en las próximas horas, las que serán vitales para definir su situación.
Gerardo Victoria, director del centro hospitalario, afirmó que aunque Hipólito Mosquera se encuentra conectado a un respirador artificial que lo mantiene con vida, su situación por el momento es estable.
En tanto, el otro herido: Pedro Pablo González, corrió con un poco de mejor suerte que su compañero. El mismo ya fue dado de alta y se encuentra en su residencia.
González sufrió quemaduras en las cuatro extremidades.
Las autoridades esperan que con su recuperación se pueda conocer lo que realmente sucedió en la nave el 25 de noviembre, cuando las aguas del Pacífico se revolvieron y la candela las calentó.
LA TRAGEDIA
Cuatro víctimas dejó la explosión en el remolcador 'Viveros' el domingo: dos muertos y dos sobrevivientes. Las víctimas fatales son: Fredy García y David Degaize, cuyos cuerpos carbonizados están por identificar mediante pruebas de ADN que se espera que se realicen el próximo viernes.
