Un buen profesional tiene que serlo en todo momento. No se puede tratar de ser un gran empleado dentro de las organizaciones, sino también fuera de ellas.
El principio número de uno las estructuras de primer mundo laboral es: "nunca lleves problemas a tu jefe".
Quien inventó esta frase quiere decir que un supervisor o ejecutivo ya reconoce la existencia de problemas y lo que espera son ideas que aporten para resolver tales dilemas.
Una persona que se muda de su casa con una bolsa repleta de problemas para su trabajo no está haciendo bien las cosas, peor es si la bolsa la llenó dentro de su oficina porque demostrará que no está rindiendo porque no ha resuelto ninguna de las situaciones a las que se ha enfrentado.
Hay personas que sugieren que no llevar problemas a los jefes es no alertarlos sobre cualquier riesgo. En cierta forma, hay veces que son permitidos, dependiendo de la dimensión del mismo, pero además esta bolsa de problemas debe tener otra maleta con posibles soluciones.
Si está en una encrucijada en estos momentos y teme presentarle cierta situación a su jefe, hágalo, pero lleve soluciones para que puedan ser tomadas en cuenta.
No acostumbre a llevar más problemas de los existentes porque debe recordar que usted está allí para resolverlos, no para llevárselos a su jefe.
Cuando su jefe le asigna una tarea es para que él pueda olvidarse de ella, para considerarla realizada.
Si se presenta una situación difícil busque todas las soluciones posibles.
Si ninguna de las opciones le parece apropiada, elija las dos más apropiadas y consulte con su jefe para que confirme cuál acción debe tomarse. Las promociones son consideradas para las personas que resuelven los problemas, no para quien se los acerca al jefe.
