La visita de la Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, pretende establecer una serie de acuerdos que fortalezcan, no solo a Panamá, sino también a la región centroamericana, en su lucha contra el crimen organizado, como paso para derrotar a quienes viven al margen de la ley.
Por eso, la iniciativa de Seguridad Regional para Centroamérica (CARSI, por sus siglas en inglés), contempla la inversión de $130 millones en la región para el año 2011, para complementar los planes Mérida y Colombia y cubrir así todo el continente.
Es importante destacar que este plan se está llevando a cabo a través del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Ante los resultados favorables de la lucha contra la delincuencia internacional de México y Colombia, las mafias de China, Rusia y de otras latitudes se han refugiado en el área centroamericana con éxito, ante la impotencia de los gobiernos que no tienen la capacidad económica, técnica o sistemas de inteligencia para detenerlos.
La idea que impulsa Estados Unidos no puede ser considerada como un mecanismo de dominación porque, cosa curiosa, en la región los políticos y partidos gobernantes son de diversas corrientes ideológicas y doctrinales, pero sin la capacidad para combatir a estos enemigos de la sociedad que esparcen pobreza e inseguridad.
El secretario del SICA ha dicho que el plan permitirá las operaciones conjuntas, la maximización de recursos, la adaptación de mejores prácticas, el intercambio de información de inteligencia y la prevención.
Mientras, el canciller Juan Carlos Varela expresó que los países tienen muchas necesidades sociales por lo que la cooperación internacional es importante para que no desvíen recursos que les pertenecen a nuestros pueblos en una lucha que no iniciamos nosotros.
