Ven y come del Pan de Vida, pasa por la Cruz de Poder, recibe el jabón de la purificación, la rosa bendita y toma del agua del río Jordán. �Ha escuchado este comercial alguna vez? De seguro sí porque lo pasan por todos lados.
Existen grupos religiosos que no les interesa con la fe de los verdaderos creyentes. Ellos venden la idea de que todos los problemas se pueden resolver si aceptan todas los cosas que comercializan o regalan. Lo malo es que, ante tanta necesidad, muchas son las personas que caen porque te advierten que dejarás de sufrir.
�Por qué no sufrir más? �Quiénes nos creemos? �Acaso nos creemos Dios? Si Jesús, que es Dios, vino a este mundo a servir y a sufrir por los pecados de nosotros, por qué no vamos a pasar por pruebas muy fuertes.
Es cierto que hay muchos problemas económicos, pero nadie debe dejarse engañar por grupos que venden un evangelio trastocado y oscuro. Se reveló que habrá falsos profetas y falsas doctrinas.
Si usted pertenece a este grupo, sepa, estimado hermano, que está atentando contra Dios. Olvídese del engaño. Si quiere seguir a Cristo, vaya por el camino correcto. No se trata de estar en algún grupo determinado, pues la verdad está en la Biblia, pero ojo, busque una que no haya sido alterada en su traducción.
Dios quiere personas que hablen el evangelio a muchos, no que hablen de salir de las deudas, de recibir dinero, salud o bienes materiales.
Quizás, quien escribe esta columna, sea perseguido por ordenar la idea y plasmarla en esta dura crítica, pero ya era tiempo de advertir del peligro existente.
Cualquier persona que desee saber si en su iglesia ocurre lo que hemos descrito, vaya buscando el significado se secta. Si el concepto enmarca muchas de las cosas que hemos hablados, salga huyendo y busque el verdadero Pan de Vida, a través de una simple oración:
Señor, perdóname por mis pecados. Quiero servirte y cambiar mi vida. Te entrego todas mis cargas, pero sobre todo deseo tu salvación. Amén.
