Al niño se le iluminó el rostro cuando vio el complicado juguete que le regaló la abuela. Trató de ponerlo a funcionar pero no pudo. Miró a la abuela y ella por supuesto menos sabía de eso. Siguió trasteando el complicado juguete el niño. Nada. No podía hacer que e alegrara con sus movimientos y ruidos.
Entonces el chiquillo de unos nueve años se molestó. Imagino que se sintió frustrado.
Tomó el juguete y lo lanzó contra la pared. Dijo "no sirve". La abuela ahogó un grito. Con tristeza recogió los pedazos del costoso juguete y lo guardó en la caja (luego lo tiró a la basura).
Otro niño recibió quince juguetes del Niño Dios. Su padre pensaba que llenándolo de regalos navideños, compensaría no haber atendido al niño todo el año.
La excusa del padre era que "tenía que trabajar mucho para poder mantener bien el hogar".
Realmente gastó mucho dinero en tantos juguetes.
El chiquillo comenzó la fiesta de abrir los paquetes. Iba de sorpresa en sorpresa, ya que cada juguete era mejor que el otro.
Pero tantos obsequios llegaron a confundirlo. Hubo un momento en que el chiquillo "se mareó" ante la cantidad... y se fue a su cuarto.
Extrañado el padre lo vio jugar con un viejo juguete del año pasado que quería mucho. Casi le da un "yeyo" al padre regalón...
Hay padres que creen que sus hijos son "genios". Entonces les regalan juguetes para dos o tres años más. Por eso no es de extrañar que el niño no sepa jugar con ellos.
He visto padres que ni siquiera ellos saben armar los juguetes complicados que compraron. Uno llegó a buscar a un estudiante de Ingeniería para que solucionara el problema (tuercas que sobran es algo común en Navidad).
Hasta para dar juguetes hay que saber hacerlo.
En primer lugar, un juguete nunca reemplazará la relación padres-hijos. Es mejor pasar tiempo con el niño que atiborrarlo de regalos de Navidad.
Los juguetes deben ser adecuados a la edad del niño. Y no es recomendable dar demasiados, porque no podrá usarlos todos al mismo tiempo.
Muchos hogares de clase media guardan por años juguetes en el closet. Se usaron poco o nunca salieron de la caja...
Es preferible dar los juguetes poco a poco. Navidad, Día de Reyes, cumpleaños, etc. son buenas ocasiones para dar juguetes.
Por supuesto que me refiero a los hogares donde el "Niño Dios" tiene plata para los juguetes.