Más de un centenar de personas se manifestaron ayer en Madrid para protestar por el respeto a los derechos de los inmigrantes, y sensibilizar a la ciudadanía por el "racismo institucional" que a su juicio sufre este colectivo.
La concentración llevada a cabo en la madrileña plaza de Lavapiés, zona en la que viven numerosos inmigrantes de muchos países, se celebró en vísperas del Día Internacional del Inmigrante.
Las más de veinte organizaciones convocantes de la protesta pidieron que se paralice la tramitación parlamentaria de una ley destinada a luchar contra la inmigración clandestina, y que se suprima la persecución extraterritorial del tráfico ilegal de personas que, a su juicio, "equipara la inmigración irregular al esclavismo".