El ex dictador uruguayo Gregorio �lvarez pidió ayer a la justicia que se le nombre un defensor de oficio, ante la retirada del juicio de sus abogados, Carlos Curbelo Tamaro y Pedro Montano.
Los abogados señalaron que su decisión está motivada en el "trámite que se está dando a estos procedimientos, que ha determinado la inexistencia del marco normativo legal y constitucional, que ampara los principios del debido proceso legal y las garantías para la defensa de cualquier justiciable".
Según los abogados, "de este modo la defensa resulta meramente nominal, y en estas condiciones los suscritos letrados no están dispuestos a mantener una presencia que no es funcional a los intereses de su patrocinado".
Por obligación constitucional el juicio no puede proseguir si no están todas las partes que lo legitimen, entre las que se encuentra la defensa del enjuiciado.
Gregorio �lvarez asumió como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas en febrero de 1978.